El Oso y el Madroño, en la céntrica Puerta del Sol, contemplan nuestra salida cultural por Madrid este mes de noviembre.
Alumnos y alumnas del Curso de Español para Inmigrantes van expectantes e ilusionados con la experiencia. Todo son risas y buen humor, acompañados por la natural curiosidad por lo que vendrá.
Explicamos que la estatua nos cuenta que Madrid, en épocas remotas, estaba rodeada de varios bosques, donde predominaban los madroños y habitaban osos, lo que supuso que se eligieran como los elementos representativos de la Villa y Corte.
En el centro de la misma plaza, corona el espacio otra estatua, en este caso de Carlos III, símbolo a su vez del Madrid más moderno, abierto y urbanita, con lo que se ha ganado tan privilegiado lugar.
La sorpresa, y cierta incredulidad, llega cuando descubrimos a los alumnos el conocido Kilómetro 0 de las carreteras de España. ¡¡No faltan las fotos!!
Decir que mucha gente confunde este punto, ubicado en plena Puerta del Sol, con el centro geográfico del país, que se encuentra en el Cerro de los Ángeles, próximo a la localidad madrileña de Getafe.
El paseo nos lleva también hasta las placas conmemorativas de las tragedias vividas en la ciudad en distintas épocas.
La más reciente, con la pandemia de la COVID19 y las decenas de miles de muertos que se contabilizaron en Madrid, la terrible de los atentados del 11M y, la más antigua, la de los Héroes del 2 de mayo.
Después de comentar estas tragedias que se han quedado en nuestra memoria, embocamos la calle Arenal entre los viandantes.
Qué alegría ver que, poco a poco y con algún tropezón, Madrid se va recuperando de esta larga noche de la COVID.
Aprovechamos también el paseo para acercarnos a la trasera de la plaza de Celenque, en donde los conocidos grandes almacenes ya están instalando Cortylandia, espectáculo audiovisual que se ha establecido desde hace años en Madrid, haciendo felices a niños y padres, y que es un claro preludio de la Navidad…
En la cercana calle Arenal no podemos dejar de mencionar la chocolatería de San Ginés, establecimiento que toma su nombre de la iglesia con la que colinda.
Acabamos este primer tramo en el Palacio Real, bajo la estatua de la reina Isabel II de la que hacemos una pequeña mención bibliográfica al igual que del Teatro Real: En 1818 bajo el reinado de Fernando VII se inician los trabajos de construcción del Teatro Real con la colocación de la primera piedra el 23 de abril de ese año, tras la Real Orden que dictaba la remodelación de la Plaza de Oriente y la construcción de un teatro de ópera en el mismo solar en el que, hasta hacía apenas un año, se había ubicado el Real Teatro de los Caños del Peral.
También nos acercamos a un edificio que están deseando conocer: el Palacio Real de Oriente y la Catedral de la Almudena (nombre con tantas connotaciones árabes).
Ya es de noche y las farolas de los jardines de Palacio dan un tono meloso, amarillento, y casi dulce, al ambiente que serena nuestros espíritus y permite una contemplación en éxtasis del momento.
El Palacio da mucho juego, se explica que es la residencia oficial de los Reyes de España para recepciones oficiales, pero que no lo habitan de continuo.
Desde aquí y pasando por La Almudena, patrona de nuestra ciudad, también nos detenemos a disfrutar las preciosas vistas que se nos ofrecen desde los Jardines del Moro, patrimonio nacional.
Caminando por el Viaducto aprovechamos a contar el trágico sentido que tiene la mampara de cristal situado en ambos sentidos de este mítico puente.
Cansados pero muy satisfechos volvemos hacia Sol por la calle Mayor, donde nos vamos encontrando con más edificios y estatuas.
En la despedida, alegres y contentos nos emplazamos para celebrar, como esta, muchas salidas más.