Hoy 7 de octubre se celebra la Jornada Mundial por el Trabajo Decente, promovida por la Confederación Sindical Internacional, a partir de la idea sobre trabajo y dignidad lanzada por la Organización Internacional del Trabajo.
En el Centro Sopeña Madrid sabemos muy bien que formar a las personas en un oficio es una tarea incompleta si esa formación no va acompañada de valores y de otras capacidades para el desempeño vital.
Allá por el último tercio del siglo XIX, Pepa la Cigarrera fue una mujer que, en su estancia en prisión, era visitada por Dolores Sopeña.
Por Pepa, Dolores conoció el barrio de Las Injurias, en Madrid, uno de tantos barrios insalubres y carentes de los recursos más básicos que poblaban los extrarradios de las ciudades españolas.
Dolores entendió, viviendo esos barrios, que había que aportar dignidad vital a sus habitantes. Aportó los valores y organizó una metodología de acción que ha fructificado en muchísimas iniciativas a lo largo de más de cien años.
El mensaje iba, y va, impregnado de fraternidad, solidaridad y amor.
En el Manual de Acogida al alumnado, que entregamos siempre al comienzo de los cursos, transmitimos a alumnas y alumnos ese mensaje, ofreciéndonos como una familia abierta a todo el alumnado, uno por uno y una por una, atendiendo conscientemente a su diversidad para enriquecernos en el conocimiento mutuo.
También asociamos talleres que añadan valor a su adquisición de conocimientos para la empleabilidad y organizamos actividades que contextualicen su disposición al trabajo siempre desde una perspectiva de dignidad y adecuación a los tiempos presentes: respeto al medio ambiente e igualdad de género.
En el Centro Sopeña Madrid formamos personas, nos identificamos con la idea de ser parte de una única familia, sin ningún tipo de condiciones.
Por eso nos importan las personas con dificultades y con carencias y abogamos por que las superen con nuevas oportunidades.
Entendemos que acceder al mercado de trabajo debe realizarse en igualdad de oportunidades, en libertad, seguridad y dignidad humana, con una remuneración adecuada y de debida protección social.