La alfabetización es el conjunto de conocimientos y habilidades necesarias para leer y escribir, algo que, la mayoría de nosotros, damos por sentado, porque la adquirimos en nuestra infancia.
Sin embargo, para muchas personas es un objetivo todavía a alcanzar.
En el Centro Sopeña Madrid, dedicamos mucho esfuerzo a la tarea de lograr que muchos hombres y mujeres de todas las partes del mundo, que recalan en nuestras aulas cada curso, puedan tener acceso a la educación.
Nuestra fundadora, Dolores Sopeña, fue una pionera en este sentido y plantó la semilla de lo que hoy son los Centros Sopeña.
En su momento, vio la necesidad de facilitar la formación básica, de alfabetización en la mayoría de los casos, consciente de la importancia y del cambio que supondría en sus vidas aprender a leer y a escribir.
Las personas que acuden al Centro Sopeña Madrid para aprender a leer y escribir lo hacen con ilusión y ganas, saben que es algo fundamental para su desarrollo y su integración en la sociedad, ¡mucho más para acceder a un empleo!
Pero no se quedan ahí las ventajas de la alfabetización.
Aprender a leer y escribir les permitirá acceder a una educación superior, ayudar a sus hijos con sus tareas escolares, ir al médico, en resumen, independencia y autonomía.
Porque, si bien la alfabetización es un problema que no distingue de géneros, es mayor entre las mujeres y es una herramienta fundamental para la promoción de sus derechos.
Según la UNESCO la alfabetización es la base para construir un mundo más sostenible, una sociedad más instruida y con más posibilidades.
Desde 1965 tiene un Día Internacional asignado, con el objetivo de promover la alfabetización y evaluar cómo ha mejorado la tasa en los países miembros de la ONU.
Aunque en principio se evaluaba la cantidad de gente que sabía leer y escribir, desde el año 2017 también se tiene en cuenta la alfabetización digital, ya que la brecha digital también es un factor que imposibilita el desarrollo de la persona y la sociedad en su conjunto.
Precisamente, la crisis de la COVID19 puso de manifiesto también las enormes desigualdades que había entre países e, incluso, dentro de un mismo país en cuanto al acceso real a la educación, la rapidez con la que unos se adaptaron y la misma rapidez con la que otros quedaron atrás.
Como dijo la Nobel de la Paz, la joven Malala Yousafzai: “Un país no es más fuerte por el número de soldados que tiene, sino por su índice de alfabetización”.