En el Centro Sopeña Madrid estamos ya en la cuenta atrás para el final del curso escolar, preparar los días de verano y diseñar cómo será el panorama del nuevo curso, cuando toque abrir de nuevo las puertas.
La vacunación de un alto porcentaje de la población hace renacer la esperanza de que lo peor quizás ya haya pasado y de que, de aquí en adelante, ya solo se puede ir a mejor.
Sin embargo, no debemos “despistarnos”. Deberíamos ser optimistas, pero sin relajar las medidas y los cuidados que veníamos tomando y que nos han dado buenos resultados.
El Centro Sopeña Madrid está deseando abrir sus puertas de par en par, con el sentimiento de acogida que nos caracteriza y que es tan bien valorado por nuestros usuarios y por todos los que nos conocen.
Tened por seguro que en cuanto podamos abrir sin el miedo a la COVID nuestra acogida volverá a ser notable.
Durante estos largos meses, durante el pasado curso, hemos permanecido abiertos a nuestro alumnado echando mano de todas las medidas higiénico sanitarias que estaban a nuestro alcance y también de mucha imaginación.
Ha supuesto un gran esfuerzo que reconocemos especialmente a los usuarios, por su diligencia y su constancia en adecuarse a las nuevas formas de aprender y asistir a las aulas.
Las dificultades que supone el aprendizaje cuando ya eres adulto se multiplicaron durante lo peor de la pandemia, pero la ilusión y la motivación por aprovechar “la oportunidad de superarse” consiguieron vencerlas.
De ahí a retomar la normalidad solo hay un paso.
Y siguiendo con el mensaje ilusionado, la normalidad va a ser diferente, pero mejor, porque irá envuelta por todo lo que hemos aprendido, que ha sido mucho ¿no creéis?
Sacaremos lo bueno y aprenderemos de lo no tan bueno para retomar el camino con un poco más de experiencia y un poco menos de miedo.
El Papa Francisco nos lo transmite así en esta frase: “Tengo esperanza en la humanidad, tengo esperanza en los pueblos que van a tomar de esta crisis enseñanzas para revisar sus vidas”.
No le defraudemos.