La alfabetización de personas adultas es uno de los pilares de nuestro Centro Sopeña Madrid, que tiene como objetivo fundamental ofrecer oportunidades de mejora a personas en situaciones de dificultad o desventaja socio económica.
Creemos que el acceso a la alfabetización es el primer paso hacia oportunidades reales de mejorar nuestro futuro, al menos para poder desenvolvernos en el país de acogida, en el caso de personas migrantes.
Pero, sobre todo, es la principal herramienta para reducir y paliar los efectos de la desigualdad, tan presente en estos días.
Esta semana, en la que hemos celebrado el Día Internacional de la Alfabetización, queremos sensibilizar sobre la necesidad de facilitar el acceso a la formación, ámbito en el que estamos implicados desde la Fundación Dolores Sopeña, centrados en el mundo del trabajo y las familias trabajadoras.
Vivimos en un tiempo de incertidumbre a nivel global y ya estamos viendo que el sector de población con menos recursos está siendo el más perjudicado.
El equipo del Centro Sopeña Madrid es consciente de esta realidad. Tanto en los países desarrollados como en los subdesarrollados, la crisis sanitaria del COVID-19 impacta de forma más terrible en las personas con peor situación económica, social y cultural.
El Día Internacional de la Alfabetización fue declarado por la UNESCO en 1966 por primera vez y, todavía hoy, constituye un problema muy real.
Es un problema que además se ceba en las mujeres y en las niñas, por lo que reducir la brecha de la pobreza y la desigualdad en la sociedad pasa también por que aprendan a leer y a escribir.
Este es el compromiso de nuestro Centro Sopeña Madrid y que como sociedad no deberíamos obviar.
Cada día llegan al Centro hombres y mujeres de todas las edades, personas jóvenes y adultas sin escolarizar que quieren labrarse un futuro mejor.
En ese primer momento, hacemos real uno de nuestros valores Sopeña: la acogida. Les atendemos y asistimos con alegría a su progreso, a su empeño por superar este obstáculo.
Es muy gratificante para todos ver cómo, en algunos casos, una vez superado ese primer escollo, continúan con las ganas de aprender, de seguir formándose.
Contamos con una amplia oferta formativa, impregnada de nuestros valores, enfocada en todo momento a la inserción sociolaboral en condiciones de dignidad.
Como bien dice la activista Malala Yousafzai “nuestros libros y nuestros bolígrafos son nuestras armas más poderosas” y como decía nuestra fundadora, Dolores Sopeña, la formación de los trabajadores es una herramienta fundamental para hacer nuestras sociedades más igualitarias y justas.