El año avanza y las personas que formamos el Centro Sopeña Madrid avanzamos con él. Nos encontramos a pleno rendimiento.
Docentes, alumnado y personal nos mezclamos en una amalgama de ilusiones compartidas que hacen que, al finalizar los diferentes ciclos formativos, se mantengan amistades y contactos que nos hacen seguir las oportunidades que a nuestras alumnas y alumnos les van surgiendo.
Pero este motor no se detiene nunca, ni en los períodos estivales que, como mucho se queda al ralentí, caldera incombustible preparada siempre para recibir nuevas incorporaciones. Como decimos, estamos a pleno rendimiento.
Sin duda cada inicio de curso, de las diferentes especialidades formativas de la Fundación Dolores Sopeña, nos aproxima a las más variadas realidades.
El perfil multicultural del alumnado y del personal nos permite conocer enfoques y perspectivas diferentes a la nuestra y, ese complemento, nos enriquece.
Hay enseñanzas como Español para Personas Migrantes que se renuevan de alumnado casi en su totalidad, porque algunos siguen y avanzan en nivel, cada trimestre.
Los profesores y profesoras de estas formaciones tenemos un “reset” cada cierto tiempo, lo que nos obliga a estar siempre pendientes y con atención a las necesidades que a cada momento puede necesitar el alumnado.
En el caso de la ESO para Personas Adultas, docentes y alumnado coinciden durante todo un curso completo, lo que hace, como no, que el grupo humano acabe en la mayoría de las ocasiones como un bien avenido grupo de amigos y amigas.
Eso se hace extensivo también a los antiguos estudiantes, con los que se establecen lazos irrompibles.
Son mil vivencias que nos alimentan y nos hacen mejores personas, mejores compañeros, docentes, amigos… y que se fortalecen gracias a otras actividades extraescolares y transversales que también forman parte de la formación integral que ofrecemos en el Centro.
Una planificación de actividades que nos reúne como lo que somos UNA GRAN FAMILIA.