La escritora Marta Sanz visitó ayer el Centro Sopeña Madrid para abordar en un encuentro presencial y online los detalles sobre lo que ella considera un oficio: escribir.
Dentro de las actividades de la XXII edición de Vallecas Calle del Libro, que fomenta entre otras muchas actividades, los acercamientos entre autores y lectores, Marta Sanz habló sobre el relato “Sherezade en el búnker”, cuya primera edición vio la luz precisamente hace un año, en marzo de 2020, en pleno confinamiento.
El relato, cedido gratuitamente, aborda la vida de una pareja con las dificultades de ese encierro, que trágicamente desencadenan la violencia y el maltrato.
Marta Sanz explicó que para escribir ella se sitúa abierta hacia todo lo que le rodea y, además de la traída y llevada inspiración, la escritura se trata de un oficio.
Ella, además, dijo escribir desde el inconformismo, desde aquello que la conmueve porque no le gusta y, de alguna manera, quiere denunciar, poner sobre la mesa a través de sus libros y motivar a la reflexión.
La escritora madrileña, nacida en 1967, cree que desde la literatura se pueden ofrecer otros puntos de vista.
El relato que se compartió días antes con el alumnado y profesorado del Centro comienza así:
“Al principio pensé que nuestra vida en el búnker sería idílica. Lo teníamos todo preparado: rollos de papel higiénico, conservas vegetales y de pescado, el congelador a rebosar de carne blanca y hielos para el gin tonic. Para nuestro gatito, Rovira, habíamos comprado sacos y sacos de comida seca. La cuarentena se nos iba a hacer muy corta con los canales de televisión sintonizados perfectamente, la conexión a internet, el cúmulo de libros que nunca habíamos tenido tiempo de leer y ahora hojeábamos cada tarde, un poco aburridos, bastante felices”.
El Centro Sopeña Madrid es un espacio de formación y capacitación, que lleva en el distrito de Puente de Vallecas desde 1959 en su actual emplazamiento, y, desde finales del siglo XIX, haciendo su trabajo de promoción a través de la formación profesional de las familias trabajadoras.