Los alumnos de Hostelería del Centro Sopeña Madrid pudieron conocer y charlar con el Jefe de Cocina del Hotel Meliá Castilla de Madrid, Manuel Sánchez, quien visitó nuestro centro y les recordó la importancia del inglés para mejorar su proyección profesional.
Manuel Sánchez hizo un recorrido por las instalaciones y no escatimó en halagos hacia nuestra cocina, preparada y equipada para atender hasta a 15 alumnos de los Certificados de Profesionalidad de Cocina, Operaciones Básicas de Cocina, Repostería, Operaciones Básicas de Pastelería y los Cursos de Capacitación para el Empleo de Auxiliar de Camarero y Ayudante de Cocina.
El mensaje lanzado a los estudiantes se centró en “formación, formación y formación”, y les animó a aprender y practicar inglés para poder trabajar en cualquier parte del mundo”.
Esa es una de las partes de su experiencia de la que más satisfecho está. Ha trabajado en muchas ciudades de España y en lugares como Chicago, China, Badgad, Las Vegas y en yates de personalidades, que no nos quiso desvelar.
Los ingredientes que nos compartió para lograr una buena capacitación y experiencia profesional: formación, viajar, inglés y aprovechar el tiempo.
“Empecé de pinche de cocina, pero dedicaba mucho tiempo al inglés y eso es lo que me ha abierto infinidad de puertas”.
Ahora, es el Jefe de Cocina de un hotel emblemático en Madrid, situado en plena Milla de Oro Gastronómica.
Maneja un equipo formado por casi 100 trabajadores y un presupuesto desorbitado para nuestros oídos.
Sobre el trabajo en equipo, que es parte fundamental del funcionamiento de una cocina, sea grande o pequeña, dijo que todos sus miembros son importantes.
“Puedes tener 70 estrellas Michelin, pero sin el equipo que hay detrás, no somos nadie. Desde el que barre, hasta el que pica… Todos somos importantes y dignos de respeto”.
También habló de la humildad y de que él siempre sale con su equipo, “porque los que hacen el trabajo son ellos”, precisó.
En ese sentido, se interesó por la formación integral que ofrece el Centro Sopeña Madrid que va más allá de los contenidos técnicos para abordar también otros conocimientos que les van a facilitar desenvolverse y triunfar en su ámbito profesional.
Sobre los cocineros estrella dijo que no soporta las faltas de respeto y le gusta la humildad. “Yo no levanto nunca la voz y no es fácil que pierda los nervios, y eso es lo que pido a los que trabajan conmigo”, advirtió.
Manuel Sánchez animó además al alumnado del Centro Sopeña Madrid a seguir su pasión “si es esto lo que os gusta”.
Él tiene claro que si volviera a nacer se dedicaría a lo mismo y viajando, pero le gustaría hacerlo mucho más cerca del mar, en barcos.
Confesó que, después de la cocina española, que para él es la mejor, la que más le gusta por su autenticidad y manejo de los productos frescos, es la comida china. “Pero la de allí, no la que se hace aquí”, matizó.
“En todas partes y de todo el mundo se aprende”, les recomendó.
Por último, les hizo una petición que, si llegaban a un puesto de responsabilidad en la cocina, se acordaran de él y de esto que les dijo: “Compromiso con la sociedad a nivel personal y empresarial”.
Durante la pandemia de la COVID19 que nos ha afectado tanto, él se dedicó con el chef afincado en Estados Unidos, José Andrés, y su ONG World Central Kitchen, a dar de comer a personas que estaban teniendo dificultades.
Unas 600 comidas diarias y tres meses sin librar ni un día de estar en la cocina. Esa ha sido una de las aportaciones de Manuel Sánchez a la sociedad durante esta etapa tan difícil que estamos viviendo.
Una persona excepcional de la que aprendimos mucho y bueno. Nos ha emplazado a darnos una Clase Maestra sobre la paella, una de sus especialidades, por la que es reconocido mundialmente.
¡No nos la perderemos y os la contaremos también en este blog!