El Centro Sopeña Madrid es un buen ejemplo de diversidad cultural, un punto de convivencia de decenas de nacionalidades, entre alumnos, profesores, trabajadores y voluntarios del centro.
Aprovechando que en esta semana se celebra el Día Mundial de la Diversidad Cultural queremos presumir de esta característica, que aporta mucho valor a nuestras vidas.
Pasando por aquí, durante una sola jornada, podemos hacernos una idea de lo que la variedad de nacionalidades supone, siempre en sentido positivo, en nuestro quehacer cotidiano.
Las alumnas del actual Certificado de Profesionalidad de Cuidados Estéticos de Manos y Pies, son un excelente ejemplo.
Un día a la semana, estas alumnas “invierten” su momento de descanso para traer un almuerzo, hecho por ellas, y usarlo como “excusa” para conocerse un poco mejor fuera de las clases, y poner en común su cultura y sus vivencias, que hacen extensivas a todo el que se acerca.
El idioma, que muchas veces puede convertirse en una barrera para el acercamiento y la comunicación, en nuestro Centro es una forma más de inclusión.
Los alumnos más aventajados de Español para Inmigrantes echan una mano a los que acaban de empezar, utilizando tanto el español que aquí aprenden como su lengua materna.
Como en muchos aspectos de la vida, en el de la importancia de expandirse por el mundo, salir, explorar otros países y acercarse a personal y a culturas lejanas, nuestra fundadora, Dolores Sopeña, fue pionera.
Fue en 1917 cuando abrió la primera casa en América, concretamente en Chile, y, tras una intensa actividad, en la actualidad su labor está presente en siete países (España, Argentina, Colombia, Chile, Ecuador, México y Cuba).
Siguiendo los pasos de nuestra fundadora, queremos seguir enriqueciéndonos con las aportaciones de otras culturas, así como contribuir nosotros mismos al diálogo intercultural, la diversidad y la inclusión.
¿Te sumas?