La semana pasada celebramos el Día Internacional de los Trabajadores. Nuestro centro es especialmente sensible a esta fecha, dedicados como estamos a la formación de personas jóvenes y adultas para que puedan optar en mejores condiciones a un trabajo digno y de calidad.
El Primero de Mayo es mucho más que un día festivo. Está marcado en el calendario, como otros días mundiales, para hacernos reflexionar acerca de un tema importante.
Se celebra para homenajear a aquellas personas, mujeres y hombres, que perdieron la vida luchando por reducir la jornada laboral hasta un límite de 8 horas. Que lucharon por mejoras en el trabajo de las que las generaciones posteriores nos estamos beneficiando, pero que perderemos si no le damos importancia a mantenerlas.
Hagamos un poquito de historia y viajemos en el tiempo al año 1886 en Estados Unidos, cuando la jornada laboral era de 18 horas, así que, ya podéis imaginar cómo eran las condiciones laborales.
Los trabajadores decidieron iniciar una huelga el 1 de mayo y durante cuatro días. No fue sencillo, hubo fuertes enfrentamientos con la policía y un grupo de sindicalistas fue condenado a muerte.
¡Ahora ya sabes un poco más sobre este día!
Nuestra Fundadora, Dolores Sopeña, vivió en aquella época y fue una mujer valiente y comprometida. Trabajó de manera incansable para mejorar la vida de mujeres y hombres que no tuvieron muchas oportunidades y entendió que era, a través de la formación de la persona, y la capacitación como eso sucedería. Claro que ella no se limitó a lo técnico y trató de enriquecer su vida también en otras facetas, como la espiritual.
Dolores Sopeña, adelantada a su tiempo, pensó que cualquier persona a la que se le facilitase el acceso a la cultura y la educación, podría, por ella misma, revertir una situación de dificultad y convertirla en una oportunidad de promocionarse, social, personal y laboralmente, obtener un trabajo digno y ejercer sus derechos, para impedir ser explotados.
Se dedicó toda su vida a conocer el mundo obrero, la familia trabajadora y tender puentes con otras personas y familias que tenían situaciones mucho más cómodas.
Y así seguimos haciéndolo hoy en el Centro Sopeña Madrid, inspirándonos en ella. Trabajamos para ofrecer formación de calidad, la oportunidad de superarte en un clima de calidez, acogida y fraternidad. Como ella solía decir: “sigamos adelante”.
Y como nos gusta compartir, os dejamos la recomendación de cine: “Pago Justo”. Esta película narra la historia de 200 costureras londinenses que, en 1968, organizaron una huelga en su trabajo para reivindicar la igualdad de salarios con respecto a los hombres. ¿Queréis saber si lo consiguieron?