En el Día Mundial de los Refugiados, establecido por las Naciones Unidas, no queremos dejar de recordar en este Centro Sopeña Madrid que nuestro valor de acogida, es sinónimo de refugio.
En un centro donde convivimos trabajadores, colaboradores y alumnos de 61 nacionalidades diferentes, somos muy sensibles a todas esas situaciones en las que personas como nosotros, nuestros hermanos, como decía nuestra fundadora, Dolores Sopeña, han tenido que dejar sus hogares contra su voluntad.
Aunque se han producido durante muchos momentos, el siglo XX ha tenido demasiadas migraciones por causa de guerras, hambrunas y violencias de muy diverso tipo.
Tenemos en mente la llegada de pateras por su cercanía, por lo que nos toca, pero hay crisis humanitarias en muchos puntos del planeta. Hay generaciones de personas que han nacido y muerto en campos de refugiados.
Situaciones injustas e insostenibles que desde nuestro Centro Sopeña Madrid nos lanzamos a denunciar.
Nos empeñamos en crear muchos mundos donde solo hay un mundo, y muchas patrias donde solo hay una patria, la que cobija a la humanidad.
Esa gran mujer, Dolores Sopeña, de la que cada día aprendemos algo perseguía el sueño de convertir a todos los hombres en una gran familia y así es como nos gusta trabajar a nosotros, siguiendo siempre su modelo.
Al final, la gente solo desea vivir en paz, trabajar, compartir sus ideas, porque seguramente serán distintas a las de sus semejantes, enamorarse y volver a la tierra, al aire, al fuego y al agua, con sus creencias, con sus modos de vida.
Sentir que su vida ha sido refugio, ha acompañado a otras vidas, con menos y también con más dificultades que la suya. Es el sentido de la solidaridad.
La solidaridad nos hace fuertes, porque nos junta, porque aprendemos y enseñamos, porque pensamos y gritamos, porque hacemos sin esperar nada a cambio.
En nuestro centro, vivimos a diario muchas de esas historias y nuestra respuesta es siempre la solidaridad.
La ciudad de Madrid y nuestro Casa Grande, que es como nos gusta llamar a Sopeña Madrid, tienen mucho tesón, voluntad y ganas de superación.
Como en otros lugares del mundo, en Madrid y en el Centro Sopeña Madrid se respira acogida, universalidad y tolerancia.