Esta semana por fin hemos recibido la visita de la Comisión Técnica de la Fundación Dolores Sopeña, de la que formamos parte, y todo nuestro esfuerzo ha sido para lograr que se sintieran como en casa, porque lo están.
El equipo de la Comisión Técnica está formado por un experto externo, J. Basilio Álvarez, Misionero Claretiano, y por personas de la Familia Sopeña de los distintos Centros Sopeña en toda España.
Como tenemos todos muchos proyectos entre manos, también en la Comisión Técnica se han repartido el trabajo y a nuestra casa vinieron Pepe, de Sopeña Zaragoza, Mariano, de Sopeña Sevilla, y Merche, Catequista Sopeña ahora en Sevilla, también.
Para que lo tengamos claro, esta visita forma parte de un proceso abierto en el seno de la Fundación Dolores Sopeña en España, con el ambicioso objetivo de implementar nuevas formas de gestión y organización de cara a un futuro próximo.
Pero no se trata de un proceso ya instaurando, sino de un camino que vamos a ir diseñando entre todos, así como el resultado final.
Esa es la grandeza de este propósito en el que nos hemos embarcado: que la contribución de todos es importante y será tenida en cuenta.
Desde el principio queríamos que sintieran el Centro Sopeña Madrid como su casa, así que nada más llegar tenían sus zapatillas confortables esperándoles a la misma puerta.
Tras pasar por la Cocina, que es el lugar de cualquier casa donde solo acceden los familiares más cercanos, Sonia y José María nos obsequiaron a todos con un chotis que, para quien no lo sepa, es el baile típico de Madrid.
También pudieron conocer a un “barquillero” castizo que les regaló un dulce barquillo para endulzar el encuentro.
Después buena parte de los trabajadores del Centro compartimos con la Comisión Técnica mesa y mantel, degustando platos y postres de la gastronomía madrileña.
La implicación de todo el Centro Sopeña Madrid, como lo haría una familia cualquiera, quedó retratada en una exquisita comida, preparada por los alumnos de Cocina y Repostería, con Elo y Antonio, los profesores, al frente.
Servido cuidadosamente por los alumnos de la formación de Auxiliar de Camarero, instruidos eficazmente por Benjamín.
Todo esto contribuyó a que, desde el primer momento se creara un clima cordial y familiar, a pesar de que algunos no nos conocíamos en persona.
La sensación fue de no ser desconocidos, de estar unidos, de sentir que hay lazos de tarea común, de inspiración. En definitiva, que vivimos la vida con la misma camiseta, la camiseta Sopeña.
El encuentro, que se prolongó durante dos días, permitió que se adentrarán en el Centro y pudieran conocernos y conversar –que era el objetivo- con profesores, trabajadores, colaboradores y usuarios.
Toda la información recogida alimentará este proceso para que los Centros Sopeña tengamos una gestión y organización integral y trabajemos en red.
Le queremos dar las gracias a esta Comisión por su visita, por su trabajo y por su tiempo compartido. Confiamos en que liderarán este proceso y nos llevarán a fortalecer el espíritu Sopeña.
¡Contad con nuestro compromiso de acompañaros en este proceso!