La repostería es mucho más que una simple receta de postres deliciosos. En el Certificado de Profesionalidad de Repostería en el Centro Sopeña Madrid, nuestros estudiantes descubren que este oficio es un verdadero arte que involucra precisión, paciencia y, por supuesto, creatividad.
A lo largo de su formación, aprenden a mezclar ingredientes, conocer diferentes técnicas de preparación y cocción y a presentar sus creaciones de forma visualmente atractiva. Todo esto se evidencia en el desayuno especial que, como cierre de curso, preparan para compartir con toda la familia Sopeña.
Un evento que, no solo es una muestra del trabajo bien hecho, sino también una celebración de su crecimiento personal y profesional y, por supuesto, una ocasión para compartir en familia.
Esto, no solo les proporciona habilidades prácticas, sino que les da también la confianza necesaria para experimentar, innovar y desarrollar un estilo propio.
Los alumnos y alumnas tienen la oportunidad además de explorar tradiciones y aprender a elaborar piezas de repostería de diferentes países, desde un delicioso tiramisú italiano hasta exquisitas empanadas dulces latinoamericanos.
Cada clase se convierte así en un apasionante viaje por el conocimiento y las culturas.
La repostería puede ser también una herramienta poderosa para el desarrollo social porque en el aula taller de Cocina, de más de 150 metros cuadrados, los y las estudiantes comparten recetas, se apoyan mutuamente y celebran sus logros.
El desayuno especial que celebran cada final de curso es una prueba magnífica del trabajo en equipo que ha de verse en una cocina.
Esa interacción no solo enriquece la experiencia del aprendizaje, si no que construye también una comunidad de apoyo en línea con los valores Sopeña y los principios que promueve la UNESCO, entidad que esta semana celebra su Día Internacional.
Justamente, una fecha que nos recuerda la importancia de la educación, la ciencia y la cultura en la construcción de un mundo más justo y sostenible.
La UNESCO, desde su creación, ha trabajado para proteger y promover el patrimonio cultural inmaterial de las naciones y, eso, incluye las costumbres y tradiciones culinarias que forman la identidad de las comunidades.
Al celebrar el 4 de noviembre el Día de la UNESCO recordamos que cada receta y cada postre nos habla de una historia que merece ser preservada y compartida.
El Centro Sopeña Madrid, como parte de la Fundación Dolores Sopeña, con su enfoque en la educación y la inclusión social trabaja desde hace muchos años para brindar oportunidades de superación a personas adultas que quieren crecer personal y profesionalmente a través de la formación.
¡Celebremos juntos este día, valorando la educación como motor de cambio y la repostería como un dulce medio para unir a las personas!