El Centro Sopeña Madrid celebró el Día Internacional de la Mujer con una actividad especial que combinó arte, reflexión y comunidad: un taller de arte textil bajo el lema “Sacar la aguja, sacar la voz”.
Durante toda la semana, alumnado, docentes y colaboradores habituales del Centro compartieron espacio y tiempo para dar rienda suelta a su creatividad y sus reivindicaciones mediante la aguja, las telas y los hilos.
Se trata de una iniciativa de la dinamizadora y artista chilena Karen Rosentreter. Durante el taller se invita a las participantes a explorar la creatividad a través de la costura y, al mismo tiempo, a alzar su voz en pro de la dignidad y la igualdad.
La actividad se enmarca además dentro de la campaña “Mil Agujas por la Dignidad”, un proyecto que busca dar visibilidad a diversas identidades y promover la reflexión sobre los derechos humanos a través de la creación de obras textiles colectivas.
De esta forma, se incluye una amplia gama de identidades dando apertura a que todos puedan participar, manteniendo el enfoque en la reflexión sobre los derechos humanos.
“Mil Agujas por la Dignidad” es una iniciativa que nace con el objetivo de generar un espacio de empoderamiento femenino, utilizando la aguja y el hilo como herramientas para la resistencia y la afirmación de la identidad.
A través de este proyecto, mujeres de diversas partes del mundo crean piezas de arte que cuentan historias de lucha, solidaridad y esperanza.
La campaña invita a cada participante a contribuir con su propio gesto de resistencia y el taller del Centro Sopeña Madrid no fue una excepción.
La actividad, que tuvo una acogida entusiasta, comenzó con una breve charla donde, se explicó el concepto detrás de Mil Agujas por la Dignidad y cómo el arte textil puede ser una poderosa forma de reivindicación y visibilidad.
A medida que los participantes durante la semana comenzaron a trabajar con las telas y las agujas, el ambiente se llenó de un intercambio fluido y dinámico.
La interacción entre los alumnos fue muy positiva y dio lugar a un espacio cálido donde, además de coser, también se pudo conversar sobre experiencias personales, sueños y preocupaciones. Reforzar la comunidad.
Las y los participantes se sintieron cómodas/os para compartir sus vivencias y reflexiones sobre la lucha por los derechos de las mujeres, tejiendo, de manera simbólica, redes de apoyo y solidaridad.
El taller no solo fue una oportunidad para aprender una nueva técnica, sino también un espacio para fortalecer vínculos, conocer a nuevas personas y celebrar la amistad.
La acción colectiva y la creatividad se fusionaron, ofreciendo a cada participante un momento de expresión y crecimiento personal.
Las agujas no solo unieron las telas, sino también a las personas, generando un ambiente de respeto y compañerismo.
En definitiva, el taller de arte textil en el Centro Sopeña Madrid fue una jornada de creación y reflexión en la que se celebró el Día de la Mujer de una forma única, con un fuerte mensaje de dignidad, empoderamiento y solidaridad. Un espacio donde cada aguja alzó su voz por la igualdad y los derechos humanos.
Podéis comprobar en este vídeo como quedó